Análisis
Vivir sin miedo: el debate de la seguridad
Por Jacqueline Torres**

No es posible negar que uno de los problemas más importantes que tenemos como sociedad es la falta de seguridad. En esta ocasión hacemos un abordaje sobre este tema tratando de brindar otra mirada al debate.
Para abordar el tema de la (in)seguridad es importante comenzar por enmarcar la dimensión
del problema. Según un estudio que realiza hace 10 años la consultora internacional LPSOS
sobre las principales preocupaciones de los ciudadanos del mundo, el crimen y la violencia, ocupa el tercer puesto con un 30 %. Este nivel de preocupación es mundial, por lo que podemos empezar a pensar que el problema de la inseguridad no es algo que solamente preocupa a los argentinos, sino que también a los ciudadanos del mundo en general.
En nuestro país se ha vuelto costumbre que todos los días los canales de noticias reproduzcan
algún hecho delictivo o, lamentablemente, protagonizarlo. Al menos en las grandes ciudades el
miedo a sufrir un robo ha aumentado y ha cambiado rutinas de la vida diaria. Ese es el diagnóstico actual pero no nos detendremos a analizar esa cuestión, sino que nos parece
sustancial pasar de hablar de la lucha contra la inseguridad a propuestas para la construcción
de seguridad desde el plano local, es decir, los municipios.
Según Nathalie Alvarado, coordinadora del área de seguridad ciudadana y justicia del Banco
Interamericano de Desarrollo, existen 5 elementos esenciales para reducir la inseguridad
desde lo local. El primero de ellos es uno que parece obvio, pero no lo es tanto, se trata del
reconocimiento por parte de los intendentes del problema y la decisión política de hacerse cargo según sus competencias lo permitan. El liderazgo por parte de las autoridades locales es esencial. Está de más decir que esto es imposible de realizar sin la contribución del Gobierno Nacional para la construcción de las capacidades estatales para que los actores puedan actuar.
El segundo elemento es integrar la dimensión de la seguridad dentro de las agendas de otras áreas municipales ya sean sociales, urbanísticas, culturales y deportivas. Es decir, una política pública de seguridad no es solo poner cámaras o aumentar los policías, sino que una obra
urbanística o una actividad deportiva, es también una forma de construir seguridad a través de
la integración social.
En tercer lugar podemos destacar como relevante el fortalecimiento de las fuerzas policiales. Es imprescindible que quienes trabajan con el delito tengan los materiales óptimos para realizar la tarea. A su vez, se debe aumentar la coordinación entre policías y funcionarios
municipales para lograr un proceso de intercambio de información con respecto a las zonas
con más delitos y el tipo de los mismos a la hora de que, desde el plano municipal, se piensen
en políticas integrales. Las fuerzas policiales deben ser consultadas a la hora del diagnóstico de
problemáticas.
Un cuarto elemento para construir seguridad es tener la capacidad de anticiparse al crimen. Los datos nos muestran que, en cualquier ciudad de América Latina y el Caribe, los jóvenes están desproporcionadamente representados entre las víctimas y condenados por delincuencia. Las vivencias de estos jóvenes nos revelan patrones comunes en sus vidas como la violencia intrafamiliar, el abuso de drogas y alcohol, la violencia en sus barrios, la falta de oportunidades, y más aún, la indiferencia del Estado. Estas experiencias moldearon su vida, hacia una carrera criminal. Una política orientada hacia la inclusión de las juventudes es parte de la construcción de seguridad.
Por último, pero no menos importante, un elemento destacable es la necesidad de incorporar
a los distintos actores de la sociedad civil en la discusión de la seguridad. Los municipios
deben generar espacios de escucha a los vecinos de cada uno de los barrios ya que las problemáticas son diversas. Generar con ellos la posibilidad de realizar diagnósticos y generar
la información que sirva como insumo para el diseño de políticas públicas. El sector económico
privado también debería colaborar en la construcción de seguridad otorgando posibilidades
laborales a las personas de los barrios populares donde se localizan los mayores grados de
desocupación.
Estos elementos son simples en su enunciación, pero entendemos que son complejos en la
puesta en práctica, requieren mucha innovación y capacitación transversal en múltiples áreas,
pero no es imposible. Por ejemplo, en una ciudad de México (Aguascalientes) había un gran
problema con respecto a un barrio que tenía altos índices delictivos. Los gobernantes a nivel
nacional pensaron que la mejor solución era reforzar la presencia policial, pero a nivel local se
decidió llevar a cabo el proyecto “Línea Verde”.
Este proyecto es ecológico, urbanístico y social. Persigue crear espacios para la convivencia
familiar, con el objetivo de conseguir mayor armonía vecinal y un mejor compromiso
comunitario. Se trata de un parque lineal de quince kilómetros, con una superficie superior a
las cincuenta hectáreas, en la zona oriente de la ciudad. Su columna vertebral es una ciclovía,
que se complementa con gimnasios al aire libre, canchas de fútbol y baloncesto y un gran
polideportivo que contará con piscina cubierta. Además de los equipamientos deportivos, se
han previsto áreas de juegos infantiles, corredores botánicos y espacio para el ocio familiar,
que incluyen la instalación de asadores. Además, con el objetivo de incorporar una oferta
cultural, se realizan talleres de teatro, danza, cine y ajedrez, y una explanada para conciertos.
Este proyecto de transformación urbana y social logró reducir los índices delictuales en un
42%.
Como vemos, la construcción de la seguridad no tiene (y no debería) tener como eje exclusivo
a las fuerzas policiales, que son necesarias sin dudas. Se debería levantar la mirada a la
problemática y realizar tareas desde otras áreas para fortalecer la seguridad. Obras de
infraestructura como las luminarias, culturales como espacios de expresión o deportivas son
también parte necesaria para dejar de vivir sin miedo y construir seguridad.
*Licenciada en Administración Pública.